Cuando cree esta sección lo hice pensado en todas las personas, espectáculos, libros o cosas (por ponerle un nombre) que consiguen dejarme sin palabras. Así que hoy no podía faltar este artículo.
Hace una semana experimenté una de esas primeras veces, en concreto, la primera vez que vi una obra de microteatro. Para todos aquellos que no conozcáis este género, consiste en una experiencia teatral en la que hay 15 m², 15 personas y 15 minutos de interpretación.
Contado así tal vez no parezca nada del otro mundo e incluso no entendáis el porqué de dedicarle un post a esto, pero espero que si seguís leyendo, lo entendáis.
Nunca en mi vida había escuchado hablar de este género ni de su existencia, así que iba más perdida “que un iguok” (como dice mi madre, aunque nunca he sabido qué significa esa palabra). Por casualidades de la vida, hace un tiempo reencontré por instagram una blogger que seguía hace años; en su instagram anunciaba que estaba actuando en Microteatre València con una obra titulada ‘Por un beso tuyo’, y yo que este lunes tenía que entregar una crónica de radio para una de mis clases, allí que me fui con una amiga. Y allí que nos presentamos sin saber cómo funcionaba aquello, así que nos dejamos llevar.
Para que no os pase como a mí os explico brevemente el funcionamiento. Cuando entras en el local hay una barra donde sirven comida con muy buena pinta (volveré para probarla). Si sigues recto, justo al lado de la barra, está la taquilla donde comprar las entradas. La misma chica de las entradas también es la acomodadora, que va anunciando por el micrófono el pase de la obra que va a comenzar, si un pase está lleno puedes entrar al siguiente. La acomodadora da unas pautas y luego acompaña al grupo en cuestión a la sala (por cierto, la bebida se puede entrar a la sala, que no os pase como a mí).
Aún recuerdo mi cara al entrar, no sabía ni donde sentarme (y eso que no hay muchas sillas); pero es que es una sensación tan extraña cuando entras en la sala, una sensación como si pudieses atravesar la pantalla de tu televisión y estar en la escena. Creo que durante los 15 minutos que duró la obra los pasé con la boca abierta, no sabía como reaccionar al tener alguien actuando a un metro o menos de mi, que te está mirando a los ojos, que interactúa contigo porque te lo cuenta a ti.
Creo que el microtreatro es más que un formato económico para poder disfrutar del teatro, sino una experiencia teatral que hace que te adentres en la obra, que seas parte de ella, como cuando escuchas la conversación de la mesa de al lado.
Es una pieza tan corta que resulta muy intensa, tan intensa que no eres capaz de asimilar lo que está sucediendo, simplemente disfrutas de la obra, de lo que ocurre, del presente, y luego poco a poco saboreas todo lo que has engullido, quedándote con la esencia de la obra, con la crítica o la moraleja.
Y así me hizo sentir ‘Por un beso tuyo’ interpretado por Miguel Ángel Vercher y Paula Elena Ramos, una reflexión sobre los besos, sobre la importancia o no de besar en nuestra vida. Una reflexión de toda una vida besando o no, representando esa vida, esas situaciones que nos hacen reflexionar, de forma natural, cotidiana, como es, como la vida misma.
Y es que hay primeras veces que marcan, que valen la pena. Y creo que mi primera vez en microteatro no podría haber sido de otra forma. Salir y sentir que la emoción te desborda, que sale por cada uno de tus poros. Gracias por la sensación. Paula todo un placer desvirtualizarte. Llegarás muy lejos, o por lo menos muy dentro de los espectadores.